Según la NASA, este telescopio promete convertirse en el “principal observatorio de ciencias espaciales del mundo cuando se lance en 2021”
Hubble es sin duda alguna uno de los nombres más reconocidos cuando se habla sobre el espacio y los trabajos del ser humano fuera del planeta Tierra. El telescopio, que lleva funcionando hace más de 30 años, es uno de las insignias más representativas de la NASA y uno de los artefactos que más satisfacciones ha dado a la humanidad en términos de hallazgos espaciales y el estudio de los mismos.
Sin embargo, después de tres décadas de buen trabajo por parte de Hubble, ya son demasiadas las fallas técnicas que presenta, por lo que es momento de dar lugar a la nueva generación y “jubilarse” de sus actividades en el espacio. Por esto, la NASA desde hace varios años ha venido trabajando en un nuevo proyecto con el cual reemplazar este telescopio, y tal parece que 2021 será el año del gran cambio.
El nuevo “consentido” es James Webb, un telescopio que promete convertirse en el “principal observatorio de ciencias espaciales del mundo cuando se lance en octubre de 2021”, explicó la NASA, por medio de un comunicado oficial.El telescopio espacial James Webb desplegó previamente su espejo primario en marzo de 2020. Su parasol plegado también es visible en esta imagen. POLITICA INVESTIGACIÓN Y TECNOLOGÍA NORTHROP GRUMMAN
“El telescopio espacial James Webb de la NASA ha alcanzado un punto de inflexión importante en su camino hacia el lanzamiento con la finalización de la integración y las pruebas finales del observatorio (…) Tenemos una fuerza laboral tremendamente dedicada que nos llevó a la línea de meta, y estamos muy emocionados de ver que Webb está listo para su lanzamiento y pronto estará en ese viaje científico”, manifestó Gregory L. Robinson, director del programa de Webb en la sede de la NASA en Washington.
Sin embargo, fueron varios retos los que se presentaron para poder cumplir con esta misión, teniendo en cuenta que se esperaba poder lanzarlo varios años antes, pero las inclemencias del clima, así como los distintos problemas sociales y sanitarios que han sorprendido al mundo retrasaron un “poco” su lanzamiento.
“Terremotos, un huracán devastador, tormentas de nieve, ventiscas, incendios forestales y una pandemia mundial son solo algunas de las cosas que las personas detrás de Webb soportaron para garantizar el éxito. La historia de Webb es de perseverancia: una misión con contribuciones de miles de científicos, ingenieros y otros profesionales de más de 14 países y 29 estados, en nueve zonas horarias diferentes”, indica la Agencia Espacial Estadounidense.