Conforme el humo de la pandemia se va despejando, empezamos a ver el verdadero rostro del teletrabajo. Durante la emergencia sanitaria hemos atendido a informaciones cruzadas, muchas veces contrapuestas, que han sembrado la confusión: de una parte, las declaraciones públicas de empresas y trabajadores invitaban a pensar que el trabajo en remoto había calado e iba a extenderse ampliamente, de otra, diversos informes y encuestas apuntaban a todo lo contrario y recogían que los directivos confiaban más la presencialidad y que muchos empleados echaban de menos ir a la oficina, al menos unos días a la semana.
En este tiempo, además, las empresas han ido alternando entre una opción u otra en función de las circunstancias epidemiológicas, lo que no ha hecho sino contribuir al caos. Si los casos de coronavirus subían, no quedaba más remedio que teletrabajar, y conforme disminuían, muchas empezaban a fijar fechas de regreso a las oficinas, algunas con opciones de trabajar en remoto, otras no. Pero ahora, con el avance de la vacunación, la situación se está estabilizando y ha llegado el momento de que las compañías decidan cómo van a organizar su fuerza laboral a largo plazo.
Tanto los expertos consultados por Xataka como los sindicatos consideran que las empresas de España tendrán que decidir el modelo laboral que van a adoptar a largo plazo durante el próximo otoño, y opinan que la opción mayoritaria será la del trabajo híbrido donde predomine la presencialidad sobre el teletrabajo. Es decir, modelos similares a los que ya han establecido multinacionales como Google o Apple.
Los de Mountain View, California, anunciaron que van a limitar el número de empleados que podrán trabajar en remoto, a los que, además, recortarán el sueldo, y obligarán a ir tres días a la semana a la oficina a los trabajadores que opten por un modelo híbrido. Los de Cupertino, Washington, por su parte, mantiene un conflicto abierto desde principios del verano con sus empleados a cuenta del modelo de trabajo híbrido que han desarrollado, muy estricto y que obliga a los trabajadores a ir a la oficina tres días fijos a la semana: lunes, martes y jueves.
En España aún son pocas las empresas que han anunciado sus modelos de trabajo a largo plazo tras la pandemia. La mayoría se limitan a señalar que están estudiando la mejor forma de abordar un plan de trabajo híbrido, pero prefieren no dar información por el momento. Algunas, como Sngular, sí han comunicado que permitirán a toda su plantilla elegir dónde quieren trabajar en cada momento. Y muchas otras, especialmente las que no están relacionadas con el sector tecnológico, han pedido a sus profesionales que vuelvan a las oficinas sin opciones de teletrabajar.
La brecha del teletrabajo: presencialismo, productividad y flexibilidad enfrentan a trabajadores y directivos en la vuelta a la normalidad.
Oficina primero
Joven trabajando por ZOOM desde su casa
A pesar de que todavía son pocas las empresas que se han pronunciado sobre sus planes a largo plazo en España, varias fuentes del sector de los recursos humanos en nuestro país han señalado a Xataka que un número importante de ellas están decididas a optar por modelos de oficina primero conforme se estabilice la pandemia, con uno o dos días de teletrabajo como mucho.
Una información que coincide con las estimaciones de Comisiones Obreras (CCOO) y la Unión General de Trabajadores (UGT), cuyos representantes explicaron a Servimedia que los datos que manejan indican que se producirá un regreso paulatino a la oficina a partir de septiembre, y señalan que esto se debe a que nuestro país no está inclinado a adoptar modelos remotos porque nuestra cultura empresarial está basada en el presencialismo.
No obstante, los representantes sindicales también indicaron que no sólo se trata de una cuestión de preferencias, sino también de recursos. Para implantar un modelo de teletrabajo se necesitan equipos y software que permitan trabajar a distancia y coordinar equipos distribuidos, y muchas empresas, en especial las pymes, no tienen capacidad económica como para afrontar el desembolso económico de cambiar a un modelo híbrido.
Trabajo híbrido, teletrabajo, full remote… Qué significa toda la nueva terminología asociada a la flexibilidad laboral
Flexibilidad sí, full remote no
Más allá de la decisión que tome cada empresa, una parte importante de los profesionales tampoco parece muy inclinada a trabajar completamente en remoto tras año y medio de emergencia sanitaria. De acuerdo con una reciente investigación del banco estadounidense Morgan Stanley, la mitad de los trabajadores españoles encuestados prefieren un modelo de trabajo híbrido en el que se combinen algunos días de oficina con otros de teletrabajo.
Otro estudio, en este caso de la consultora Capgemini, señalaba a finales de 2020 que sólo el 18% de los españoles encuestados querrían trabajar en casa más de tres días a la semana, y un informe de Wakefield Research, en este caso internacional, apunta que el 90% de los profesionales extrañan algún aspecto de su lugar de trabajo.
Muchos empleados, por lo tanto, no quieren tanto un modelo full remote como flexibilidad para elegir qué días van a la oficina y cuáles se quedan en casa. Las empresas, por su parte, parecen dispuestas a concederles algunos días en remoto, pero queda por ver si les dejarán elegirlos o establecerán unilateralmente las jornadas de oficina, como ha hecho Apple.
Ojala mejore las condiciones laborales!