En el mercado hay una amplia variedad de productos que muchas veces pueden confundirnos. A continuación, algunos consejos para optar por el factor de protección más adecuado según nuestro tipo de piel.
on la llegada de la primavera y los días lindos, estamos más tiempo al aire libre y bajo el sol. Si bien deberíamos usar protector solar todo el año, es importante que en esta época reforcemos los cuidados para prevenir quemaduras de diversa intensidad, manchas, envejecimiento prematuro e incluso cáncer de piel, que son algunas de las consecuencias que genera una exposición prolongada a los rayos solares.
En este sentido, se vuelve fundamental tener en cuenta algunas claves:
ELEGIR EL FACTOR DE PROTECCIÓN ADECUADO: El FPS es el efecto protector frente a la radiación UVB e indica el número de veces que el fotoprotector aumenta la capacidad de defensa natural de la piel frente al enrojecimiento previo a la quemadura solar. Por ejemplo, un FPS 50 significa que podemos estar expuestos al sol 50 veces más sin quemarnos en condiciones de laboratorio.
Sin embargo, esto no quiere decir que, por ejemplo, el FPS 30 brinda el doble de protección que el FPS 15. Mientras que un FPS 15 filtra alrededor del 93% de los rayos de UVB, el FPS 30 lo hace en aproximadamente un 97% y el FPS 50 combate el 98% de los rayos solares. Para evitar confusiones, lo mejor es considerar que los protectores solares se clasifican en: protección baja, protección alta y protección muy alta 50+.
LEER LAS ETIQUETAS: El protector solar adecuado debe proteger contra los rayos UVB y también contra los rayos UVA. Los fotoprotectores protegen casi un tercio menos contra los rayos UVA con respecto a la protección que brindan contra los UBV, y esto viene definido en los envases.
RESISTENCIA AL AGUA: Si la etiqueta dice “Water resistant” significa que su efectividad alcanza hasta 40 minutos en agua, mientras nadamos o sudamos. También existen los protectores solares muy resistente al agua –“Water proof”– que es cuando su capacidad protectora supera los 80 minutos en el agua. Sin embargo, es importante no confiarse, ya que aunque el envase indique que es “resistente al agua” se debe volver a aplicar después de tomar una ducha o de haberse dado un chapuzón prolongado (más de 20 minutos).
USAR LA CANTIDAD CORRECTA: La regla de los dos dedos es una manera fácil y sencilla de aplicar la cantidad correcta de protector solar. La medida será la cantidad de protector solar que cubra los dedos medio e índice y debe aplicarse en cada una de las siguientes áreas: cabeza, cuello, rostro, brazo izquierdo, brazo derecho, espalda alta y espalda baja, torso superior, torso inferior, parte superior de la pierna derecha e izquierda, parte inferior de la pierna izquierda y derecha. Tampoco debemos olvidarnos de colocar el producto en la parte superior de los pies, las orejas y la parte superior de la cabeza.
CUÁNDO Y CADA CUÁNTO: El protector solar debe aplicarse sobre la piel seca 30 minutos antes de salir al aire libre, y una vez afuera repetir la aplicación cada dos horas aproximadamente, o después de nadar o sudar. Considerar también que al secar la piel con una toalla disminuye su efectividad.
NO TE OLVIDES DE LOS LABIOS: Para protegerlos se recomienda utilizar un bálsamo o lápiz labial que contenga protector solar con un FPF igual o superior a 30.